Las mordeduras de perro pueden tener consecuencias que cambian la vida, tanto físicas como emocionales. Si tú o un ser querido han sido atacados por un perro en Texas, es esencial conocer tus derechos. Las leyes texanas difieren de las normas de “responsabilidad estricta” que se aplican en algunos estados. Esta guía explica la “regla de la primera mordida”, los requisitos para denunciar, la responsabilidad legal y lo que ocurre con el perro tras un incidente.
Texas aplica la regla de la primera mordida (one‑bite rule). El propietario solo es estrictamente responsable si sabía, o debía saber, que su perro mostraba tendencias agresivas. Esa “conocimiento” puede basarse en intentos de morder anteriores, amenazas o ataques previos.
Además de la responsabilidad estricta, la víctima puede demandar por negligencia si el dueño no tomó las precauciones razonables, por ejemplo, al no asegurar al perro o violar las normas de correa.
La responsabilidad puede basarse en dos teorías:
Responsabilidad estricta: el perro tiene historial de agresión y el dueño lo sabía.
Negligencia: el dueño no actuó con el cuidado razonable necesario para prevenir el ataque.
No usar correa en lugares públicos.
Dejar una puerta o cerca abierta y permitir que el perro escape.
Ignorar advertencias sobre la agresividad del perro.
El dueño debe informar el incidente al control de animales local en un plazo de 24 horas. Los profesionales de la salud también están obligados a reportar mordeduras que atienden. Las autoridades investigarán para evaluar si el perro supone un riesgo para la comunidad.
Demandas civiles del lesionado (facturas médicas, pérdidas salariales, dolor y sufrimiento).
Posibles cargos penales bajo la “Lillian’s Law” si hubo negligencia criminal y lesiones graves o muerte.
Tras la mordedura, la ley exige cuarentena de 10 a 14 días para vigilar signos de rabia. Puede cumplirse en casa, en una clínica veterinaria o en un refugio.
Si el perro es peligroso o tiene historial de ataques no provocados, las autoridades pueden recomendar la eutanasia para proteger al público.
Busca atención médica inmediata y conserva los registros.
Denuncia el ataque a control de animales.
Reúne pruebas: fotos de lesiones y escena, datos de testigos.
Consulta a un abogado especializado en lesiones personales para valorar tu caso.
Los daños recuperables incluyen facturas médicas, salarios perdidos, dolor y sufrimiento y otros gastos relacionados.
Provocación: la víctima provocó o atacó al perro.
Allanamiento: la víctima estaba en la propiedad sin permiso.
Falta de conocimiento: el dueño ignoraba la agresividad del animal (relevante en la regla de la primera mordida).
La seguridad es responsabilidad de todos:
Adiestrar y socializar a las mascotas.
Cumplir las leyes de correa y asegurar el domicilio.
Supervisar las interacciones del perro con extraños y otros animales.
Las leyes sobre mordeduras de perro en Texas equilibran los derechos de las víctimas con las obligaciones de los propietarios. Aunque la regla de la primera mordida limita la responsabilidad en ciertos casos, las acciones por negligencia ofrecen vías adicionales de compensación. Si has sufrido una mordedura en Texas, considera contactar a Williams Caputo, PLLC para una consulta gratuita y proteger tus derechos.
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